Saturday, February 28, 2015

Revestido de Filosofía

Si estabas prestando atención al mundo del internet el jueves 26 de febrero, debes estar al tanto de la culminación de uno de los debates mas feroces de la historia reciente. El Federal Communications Commision (FCC) de Estados Unidos decidió, después de una votación cerrada de 3 contra 2, que de ahora en adelante el servicio del internet funcionará como el servicio de electricidad en ese país: altamente regulado para asegurar su accesibilidad a todos por igual.

Los que no estaban prestando atención discutian el color de un traje.

Que lio encontrar una imagen de buena calidad

El día después de #blackandblue y #whiteandgold comenzaron a salir los artículos de opinión y análisis explicando el gran debate del color del traje. La gran mayoría dieron una explicación científica de por qué los moradores del internet no se podían poner de acuerdo sobre los colores en su pantalla. Me parece excelente, pero que tal si analizamos este evento con otra lupa: la Filosofía.



Sin más rodeos entonces les presento tres explicaciones filosoficas de por qué nadie podía dejar de hablar del traje el 26 de febrero de 2015.

1) La subjetividad de la experiencia

Los filósofos griegos, en todo su tiempo libre para beber y discutir, ya postulaban que la forma en la que experimentamos el mundo no nos asegura nada. Zenon de Elea famosamente describió varias paradojas en donde probó usando silogismos que: solo existe una sola cosa en el universo, que nada se mueve en el mundo y que la nada produce las cosas.

Si te parece que todo eso suena ridículo, ¡felicidades! El punto que Zenon buscaba hacer con estas paradojas (además de avergonzar a algunos colegas de Atenas publicamente) es probar que nunca podemos estar seguros de que realmente entendemos el mundo que nos rodea.

Descartes lo planteó de una manera menos complicada. Propuso que todas las cosas se podían poner en duda (menos el pensador, pero ese es tema de otro blog filosófico) y, por ende, no podemos confiar que nada es como pensamos que es.

No importa cual combinación de colores le ves al famoso vestido, el hecho es que no hay ninguna base sobre la que te puedes parar para proclamar objetivamente que "El vestido es Azul y Negro" porque, gracias a Descartes y a Zenon, esa base no es sólida del todo.

La experiencia del mundo es subjetiva. Ninguno de nosotros jamás podrá saber como es vivir en los zapatos de otro. Nos podemos aproximar, pero tener un entendimiento 100% es imposible. Por ende, aunque estes convencido que "el vestido es Azul y Negro" porque eso es lo que tus ojos estan detectando en tu pantalla, es muy posible que tu amigo que lo ve Blanco y Dorado tenga las mismas razones que tú para decir que él esta en lo correcto.

2) Niveles de realidad

La discusión general en la filosofía sobre ¿Qué es Real? ¿Como lo identificamos? y si existen diferentes escalas de Realidad es bastante compleja, pero para nuestra discusión del vestido solo necesitamos discutir las implicaciones de una imagen. En los libros de Platón, a Socrates le gusta hablar sobre las "Formas": las versiones perfectas de los objetos con los que interactuamos. Basicamenté, Socrates pensaba que si tienes una silla que todos podemos identificar como silla y sobre la que nos podemos sentar, debe haber una forma perfecta de esa silla, en algún lugar, de la que esta está derivada. De la misma manera, si tenemos una foto de algo, el sentido común nos dice que ese algo fotografiado realmente existe. Para Socrates, la foto del vestido sería una version menos perfecta, menos real, del vestido y todas las conclusiones que podemos sacar de ella realmente no nos dicen nada sobre la realidad de lo que discutimos.

El problema es que el sentido común se equivoca en esta ocasion porque todos sabemos que existe Photoshop. Quizás la teoría de las Formas de Socrates se derrumba con ese hecho, pero para nuestra discusión del vestido ese mismo hecho nos empuja con más fuerza a la misma conclusion: una foto del vestido no nos puede dar seguridad de saber de que color es el vestido porque las fotos pueden ser alteradas. Si queremos saber la verdad Objetiva necesitamos irnos al objeto original; el más Real de todos.

3) Confirmation Bias

¿Que hemos concluido hasta ahora? Sí no nos podemos poner de acuerdo sobre la realidad objetiva, sobre cuales son los verdaderos colores del pinche traje, tenemos que ir al original. Solo así podremos matar esta discusión de una vez por todas y declarar al bando vencedor (#whiteandgold).

Siento mucho informarles que desgraciadamente no es así porque nos enfrentamos a un ultimo problema conocido popularmente como Confirmation Bias.

¿Les ha ocurrido la siguiente situación? Finalmente vas a entrar a la casa embrujada que todos te han estado diciendo que es genial. Llegas, entras, y en efecto gritas, aullas y te orinas del miedo mientras estas adentro. Pero más tarde cuando lo estas conversando con otras amistades te das cuenta con ellos que en realidad no estaba tan buena en realidad y simplemente te dejaste llevar por la emoción de los demás.

Eso es Confirmation Bias. Es interpretar lo que nos dicen nuestras experiencias basandonos en nuestro "conocimiento" previo de esas experiencias. Puse "conocimiento" entre comillas porque no son las cosas que sabes y son hechos, sino las cosas que crees que son hechos.

En otras palabras, si llevamos a los dos bandos a ver el famoso vestido en persona, sin importar cuales sean los colores reales, es muy posible que algunos insistan en que su combinación de colores es la correcta.

Y quién se los va a poder desprobar, si ya al principio les dije que cualquier fundamentación objetiva que tengamos puede ser puesta en duda ;)

Wednesday, February 18, 2015

¿A quién no le gusta algo malo?



Esta situación me ocurre bastante: estoy discutiendo con amigos sobre la calidad de algún producto artístico (película, videojuego, etc) y cuando digo mis razones por las que me parece que dicha obra es mala, o tiene algún aspecto malo, sin falta alguien siempre me responde con alguna variación de "pero a mí me gusta". Eso me parece excelente; todos somos libres de disfrutar lo que querramos. Pero, el hecho de que te guste algo no significa que no es malo.

Entiendo por qué esa es una idea difícil de digerir. El hecho de que algo te gusta implica que has creado un apego emocional, grande o chico, a esa cosa. Los humanos tenemos esta impresionante capacidad de ignorar los defectos de algo mientras nos apegamos a este. El ejemplo estereotípico lo vemos en el amor de una madre a su hijo, pero no tiene que ser tan dramático; igual que nos apegamos a ciertas personas, nos apegamos a ciertos objetos. Es natural desenfundar espadas cuando nos parece que el objeto de nuestro afecto está en peligro, pero qué tal si respiramos un momento y usamos la lógica.

Vivimos en un mundo imperfecto. Esa no es una idea nueva; es la base de toda la filosofía de Platón. Si aceptamos esa premisa, la implicación es que hasta las más grandes obras de arte y entretenimiento tienen algo malo y por ahí podemos ir bajando en la escala. Por ende, podemos decir con seguridad que el hecho que algo nos guste no está ligado a su calidad objetiva. Speed Racer es una de mis películas favoritas, pero no voy a pretender que no tiene fallas, ni tampoco voy a decir que decidí que era una de mis películas favoritas después de que me senté en mi sofá, analicé cada detalle de la película y concluí que me gustaba porque tenía buena dirección, actuación, cinematografía, etc.

Me imagino a algunos de ustedes preparando sus objeciones: "Pero Alfredo, si todo es malo y lo único que cambia es que tan malo es algo, ¿no es una pérdida de tiempo hacer crítica?". Mi respuesta es sencilla: Solo porque no soy Daigo Umehara no significa que no puedo jugar Street Fighter y mejorar mi habilidad en ese juego. Que una meta sea inalcanzable no la hace menos digna de perseguir. Solo porque nada podrá ser 100% perfecto no significa que no podemos gradualmente acercarnos hasta quedar en 99.99999999... hasta el infinito.

Puntos extra si reconocen la película de donde viene esta imagen
Entonces, la próxima vez que estén discutiendo no intenten defender sus cosas favoritas con "pero a mí me gusta", porque a todos nos gustan cosas malas y si entierras la discusión ahí nadie gana nada.

Saturday, February 14, 2015

En Defensa del Pop

El Pop es sinónimo de todo lo que está mal con la industria de la música. Por lo menos ese parece ser el sentimiento popular entre los que se consideran conocedores de este arte. Es un argumento bastante persuasivo tomando en cuenta que tenemos a Justin Bieber haciendo millones con esa mediocridad que llama música, pero hoy les voy a decir que pensar así es un error.

Exhibit 1




El Pop es peculiar como género de música porque, a diferencia de todos los otros géneros, la música Pop va muy ligada al momento en el que se grabó/compuso/tocó, etc. El Rock siempre sonará como Rock, y el Rap siempre sonará como Rap y la Salsa siempre sonará como Salsa, no importa qué época sea. Obvio, no estoy diciendo que sonarán exactamente igual de una década a otra, pero hay ciertos elementos bien específicos que siempre están ahí y que identifican a la canción como parte de su género. El Pop no tiene esos elementos.


¿Cuál es la constante en estos tres casos?




O por lo menos no son elementos obvios como la guitarra acompañada de percusión en el fondo del Rock. El Pop es inmensamente interesante para mí porque, más que los elementos que lo componen, el Pop es un género que refleja diferentes momentos en la psiquis social. Es curioso la facilidad con la que el sonido del Pop de décadas pasadas rápidamente te transporta a esa época, ¡aunque no hayas estado vivo para haberla experimentado first hand!

Los 80s en un solo video



Aparte de una herramienta para examinación histórica, creo que nuestro Pop, el Pop de este preciso momento en el que estamos viviendo, también tiene valor. El problema es que, igual que con toda cosa, hay que aprender a discernir la buena calidad de lo mediocre. Voy a aventurarme y decir que ese es el verdadero odio reflexivo que muchos le tienen al Pop: el gusto de los "fanáticos".

Esto es inaceptable




Pero en realidad no son los fanáticos. Yo me considero fanático del Pop: escucho cada canción con detenimiento y me gusta analizar qué es lo que están tratando de hacer los músicos con estas canciones. El verdadero problema es la cantidad masiva de gente que dice ser fanática del Pop pero que en realidad solo disfruta tener algo movido que escuchar en sus actividades cotidianas. Para bien o para mal, este tipo de persona escuchará lo que sea que le diga la radio o la tele o su grupo de amigos que está de moda en este momento, y en el 90% de los casos dirá que le gusta "porque sí pues".

No sé si esa mentalidad es negativa o no. Me molesta que es ese mob mentality el que le da carreras exitosas a desgracias musicales como Iggy Azalea y Justin Bieber, pero no estoy dispuesto a decir que eso lo hace malo. Después de todo, a veces los músicos mediocres del Pop te sorprenden y sacan una canción que realmente disfrutas.